MODELO
SOCIALISTA
El modelo
sanitario socialista o estatalista se caracteriza por propugnar una
financiación en su totalidad por los presupuestos generales del Estado, por
ofrecer cobertura universal y gratuita a la población, así como la completa
gama de prestaciones sanitarias sin excepción. Todo lo que está en la cartera
de servicios del sistema se presta en condiciones de equidad gratuidad y
universalidad a la población. El modelo socialista puro es incompatible con
ninguna estructura sanitaria de tipo privado o de seguros. El modelo socialista
puro solo se ha dado en los países comunistas, de los que los únicos ejemplos
que quedan en la actualidad son Cuba y Corea del Norte.
Ventajas del
modelo socialista puro:
1º La
búsqueda de la eficiencia hace que el estado apueste por la medicina preventiva
y la educación sanitaria para incrementar los niveles de salud en detrimento de
la creación de servicios asistenciales y medicaciones costosas. Esta
estrategia, de hecho funciona, pues los niveles de salud, al menos en sus
parámetros básicos como mortalidad en sus diferentes variedades (infantil,
absoluta, etc.), morbilidad de enfermedades infecto-contagiosas vacunables,
enfermedades hídricas, etc. de por ejemplo Cuba, son comparables a los de
cualquier país occidental, cuando no claramente superiores.
2º El
estado hace hincapié en la salud pública: abastecimientos de agua a
poblaciones, depuración y eliminación de residuales, salud laboral, atención a
grupos vulnerables, etc.
Inconvenientes:
1º Alcanzado
un determinado nivel de salud, los ciudadanos quieren acceder a medicinas y
métodos diagnósticos y terapéuticos más sofisticados, que no sólo los curen,
sino que lo hagan en breve tiempo, con comodidad y con garantías. Esto no se
consiguió en los sistemas socialistas puros, ya que los procesos con índices
pequeños de incidencia no eran adecuadamente atendidos, como tampoco los de
difícil diagnostico, lo que, aunque no incidía en el global de salud de la
población, afectaba notablemente a los individuos: “Yo quiero que intenten
curarme y/o rehabilitarme, sea cual sea mi proceso y sea cual sea el precio”.
2º Los
ciudadanos, al obtener todo gratis, no valoran realmente lo que cuesta la
sanidad y el lema “La salud no tiene precio pero es tremendamente cara” no lo
entienden, perdiéndose entonces el factor más apreciado a priori, la
eficiencia. Además eran sistemas poco eficaces en lo referente al individuo.
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